El suicidio es uno de los mayores tabúes de la sociedad actual. Sin embargo, unas diez mil personal al día se suicidan en españa. Morir para escapar de la opresión ideológica, para huir de un padecimiento psíquico o físico, para poner fin a una situción límite. Pero también, el suicidio por la simple voluntad de cesar de vivir. Literatura y suicidio mantienen un vínculo desde la Antigüedad clásica a nuestros tiempos. Carlos Edmundo de ory escribe en su Diario: “La tristeza es tan honda que se ha convertido en un estado de emotividad. ¡Cómo me siento irreal! Es como si me hubiese suicidado”.
El autor dedicó en sus últimos años de vida un amplio tiempo de trabajo a profundizar en la relación entre suicidio y creatividad literaria, en lo que parecía el trabajo previo a una gran enciclopedia de autores suicidas. Tomando como punto de partida la bibliografía que nos lega en sus notas, estas Jornadas proponen un análisis transdisciplinar para entender mejor el suicidio desde un punto de vista histórico, jurídico o psiquiátrico, pero especialmente literario. Al fin y al cabo, la literatura es un modo de interpretar la realidad y el suicidio forma parte de ella. |